Quizás sea la crónica más dura y difícil desde que empecé con el blog. El pasado sábado volvimos a sucumbir. El partido desde el inicio plasmó el respeto del Barça hacia el R.Madrid. El equipo blanco parecía bien plantado e incluso se dejaba ver por las inmediaciones de Valdés. La primera parte parecía que iba a finalizar con el resultado gafas con el que inició. Nada hizo el FC Barcelona para adelantarse en el marcador antes del descanso. Pero tiene a los mejores, que en una jugada aislada hacen trizas las defensas rivales. Messi pasa para Xavi, que con un toque sutil la pica por encima de la defensa blanca, recogiéndola de nuevo Messi para irse de Raúl Albiol con un toque de pecho y alojar el esférico en las mallas de la portería de Iker Casillas. Así se llegaría al final del primer período. En la segunda parte todo cambió. El Barcelona comenzaba a tocar el balón y el Madrid perseguía sombras. La entrada de Guti aportó un poco de dinamismo al juego blanco pero el Madrid erraba las ocasiones claras, como el mano a mano de Van der Vaart ante Valdés. El Madrid parecía no poder empatar y así llegó el segundo del Barça. Balón perfecto en profundidad de Xavi, Arbeloa está lento y Pedro se escapa solo para ajustar el disparo al palo derecho de la portería de Casillas. Desde este momento el Madrid se estiró pero sin acierto, y Casillas salvó lo que pudo ser una humillación. El Madrid tendrá que esperar un nuevo año para doblegar a la galaxia catalana. Solo nos queda esperar un milagro para luchar aun por la Liga.
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